Tanto si quieres un cambio en el funcionamiento de tu cocina o estás comenzando de cero en ella, debes comprometerte con lo que quieras lograr.
Tienes que establecer rutinas según tus objetivos, para que con el tiempo se conviertan en hábitos y sea más fácil, como en este caso, lograr tener una cocina limpia y ordenada.
Mi experiencia de tener un restaurante me llevó a crear ese tipo de rutinas de limpieza y organización, para que la cocina funcionara cómo un reloj en medio del caos que representa ese trabajo.
Incluso tuve que hacer manuales de procedimiento especificando cada rutina, para que los que me acompañaban dentro de la cocina supieran qué hacer.
En este artículo te cuento sobre 10 rutinas que se deben convertir poco a poco, en 10 hábitos para tener una cocina limpia y ordenada todo el tiempo.
8 de los hábitos resultantes son diarios, y los otros dos son estableciendo un día a la semana para su aplicación. Casi todos los hábitos son de limpieza y los dos últimos sobre organización.
¡Comencemos!
1.- Ordena mientras cocinas.
Haz un hábito el hecho de ir lavando y ordenando todo lo que utilices mientras cocinas.
Guarda los ingredientes que vayas usando, tápalos y devuelvelos a su lugar.
Limpia lo que se te derrame de inmediato. Ahorrarás mucho tiempo cuando estés recogiendo las encimeras.
2.- Lava lo más pronto posible.
Una vez que se termine de comer y hacer la sobremesa, organiza lo que reste por lavar como platos , fuentes de servir, cubiertos, vasos etc. En fín todo lo quede sucio.
Y lava de inmediato, si dejas pasar tiempo, los restos de comida se pegarán a las superficies y además se contaminaran.
En caso de tener lavavajillas enjuaga muy bien los restos de comida, antes de introducir todo en el aparato y ponerlo a funcionar.
3.- Mantén las encimeras libres y darás la impresión de tener una cocina limpia y ordenada.
Sobre las encimeras es donde los alimentos pasan la mayor parte del tiempo, porque es donde precocinamos realmente: pelamos, picamos, batimos, empacamos, unimos, etc. todo antes de cocinar.
Necesitamos entonces, por un lado espacio y por el otro limpieza. Y es más fácil de limpiar cuando no hay tantas cosas sobre ella.
Incluso después de cocinar, utilizamos esas mismas encimeras para servir en los contenedores que vamos a llevar a la mesa o podemos servir directamente los platos antes de pasar al comedor.
Y de regreso, después de comer, es allí donde organizaremos todo para su lavado posterior.
Por eso también debemos limpiar las encimeras antes y después de cocinar con una mezcla que las desinfecte a base de agua (1 taza), vinagre (1 cucharada), jabón lavaplatos (1 cucharada) y bicarbonato (1 cucharadita).
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4.- Limpia los electrodomésticos que utilizaste.
Una vez terminada la rutina de lavado de platos y trastes, procede a limpiar los electrodomésticos cómo microondas, superficies de batidoras, licuadoras, etc.
Con un trapo de cocina impregnado en la solución especificada en el punto anterior y luego solo húmedo con agua.
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5.- Limpia la zona de cocción (Cocina, campana y horno si lo utilizaste).
Aquí es donde más se acumula el sucio por la salpicadura de ollas y sartenes. Si no limpias a diario esta zona, nunca tendrás una cocina limpia y ordenada pues te será muy difícil sacar las manchas, que se irán acumulando con el tiempo.
No esperes a ver suciedad, a veces la grasa no se vé y cuando cocinas nuevamente, queda estampada en las hornillas con un feo marrón mostaza.
Igual limpia con una esponja impregnada en la solución de agua, vinagre, lavaplatos y bicarbonato por todas las superficies, luego pasa el trapo solo con agua. Si algo se ha regado, limpia más profundamente.
La limpieza a fondo de la cocina, horno y campana se puede hacer 2 veces al año, mientras le des este tipo de mantenimiento diario.
6.- Limpia el fregadero.
Implementa el hábito de limpiar el fregadero una vez que termines con la lavada de platos y trastes, limpieza de las encimeras, electrodomésticos y limpieza del área de cocción.
Lava el tanque con una esponja con lavaplatos, y limpia las áreas alrededor, bota los desechos de la canastilla del desagüe.
Aprovecha para lavar al mismo tiempo con jabón, el trapo de limpieza y ponlo a secar en una barra destinada para ello, así impides la formación de hongos.
Periódicamente ponle atención a la limpieza de esponjas, cepillos y trapos de limpieza.
7.- Limpia el piso.
Una vez al día después de limpiar todo el piso, barre la cocina y pasa una mopa. Y ante cualquier derrame limpia inmediatamente, así se verá la cocina limpia y ordenada.
También en este caso puedes limpiar el piso con la misma solución anterior de agua, vinagre, un pequeño chorito de jabón lavaplato y 1/2 cucharadita de bicarbonato, si el piso está sucio.
Si es por la rutina puedes pasar la mopa solo con agua y vinagre bien exprimido.
8.- Bota la basura a diario.
Preferiblemente mantén un tobo para basura con tapa de tamaño mediano a pequeño.
Esto te obligará a botar la basura a diario, evitando insectos voladores y rastreros, que luego se te salgan de tu control.
No tendras malos olores y contaminación por basura descompuesta.
9.- Organiza y limpia el refrigerador semanalmente.
Aprovecha de planificar un tiempo para esto, puede ser el mismo día de traer la compra a la casa.
Así antes de meter los vegetales, pasa un trapo de limpieza con la solución antes mencionada, por toda las superficies internas y externas del refrigerador.
Y para mantener el buen olor, coloca un envase con carbón activado dentro,
en alguno de los anaqueles al fondo del mismo.
Luego revisa el contenido de alimentos, si hay que sacar algo lo haces, y acomoda lo nuevo que compraste. Organiza canastas, la puerta, estantes, etc
10.- Reserva tiempo con antelación para guardar la compra.
Planifica qué acciones puedes hacer para adelantar trabajo, luego de llegar con la compra a casa.
Como guardar todo bien organizado donde va, porcionar proteínas y congelar, lavar vegetales y frutas, dejándolas secar antes de guardar, remojar granos, etc.
Así con toda la compra organizada ganarás mucho tiempo.
Hasta aquí mi artículo sobre 10 hábitos para tener una cocina limpia y ordenada todo el tiempo.
Espero que implementando estas rutinas poco a poco, para que se conviertan en hábitos, logres tener una cocina como tu quieres.
Un dato, pon tu lista de música preferida cada vez que comiences una nueva rutina, así las relacionarás y vas a recordar con la música, que acción sigue.
Si tienes dudas, déjame un comentario y te contestaré lo antes posible.